Casi medio siglo antes de la construcción de
la Estrella de la muerte se estrelló una
nave procedente del lejano planeta Sanyassa IV, que había hecho varias escalas
entre ellas el planeta Dathomir. Esta nave tenía una numerosa tripulación de seres
de la especie marauders (sanyassan), que seguían a su sanguinario Rey Terak. Desesperados
por no conseguir puertos espaciales, ni vida tecnológicamente avanzada, Terak
ordenó la construcción de un gran castillo rodeado por un foso, que ubicaron en
una de las pocas planicies de la boscosa luna.
Así los marauders se volvieron más y más
primitivos en comportamiento y cultura, usando solamente sus pistolas láser
como recuerdo de su antigua manipulación de la tecnología. Para las batallas
contra los ewoks usaban unas enormes bestias; blurrgs y los bordok. Con ellos
vino Charal,
una bruja muy poderosa que podía manipular la fuerza. Ella les sirvió de
exploradora y espía en muchas situaciones incluso en un acontecimiento que tomó
lugar unos cuatro o cinco años antes de la Batalla de la Estrella de la muerte.
Por entonces una nave se estrelló en Endor y trajo consigo una familia de
humanos: los Towani.
Éstos rápidamente se aliaron con los ewoks y
fueron aceptados en la tribu de los pequeños seres. Pero tiempo después, los
marauders hallaron y atacaron la aldea de los ewoks, matando a toda la familia,
menos a la niña menor Cindel Towani.
Fueron tomados cautivos Cindel y Wicket, junto con
otros ewoks, que tras escapar y rescatar a los demás del castillo de los
marauders, lograron vencer en a los agresores. Finalmente Cindel logró escapar
del planeta acompañada de Noa, un anciano que se hallaba en la misma situación
que los marauders y los Towani.
Es posible que las fuerzas imperiales
encontraron cierta resistencia por parte de los marauders cuando construyeron
el generador de escudo para proteger su segunda Estrella de la muerte. Se
supone que los restos de estos fueron erradicados por las tropas imperiales.
Los ewoks fueron más sabios, se ocultaron y no mostraron amenaza alguna para el
Imperio Galáctico, lo que acabaría siendo clave de su derrota por los rebeldes.
Especulaciones
Algunos aficionados a la saga que tienen conocimientos de física piensan que, tras la destrucción de la segunda Estrella de la muerte, ésta tendría que haber caído sobre el satélite. Esto es conocido como el Holocausto endoniano. Pero no ocurre así en la película, puesto que tras la explosión de la Estrella sólo queda una bola de fuego y no se tiene noticia de que caigan sus restos a Endor, que por otra parte tiene atmósfera, lo que sólo permitiría precipitarse a los fragmentos más grandes, que llegarían al suelo muy mermados y no tendrían que caer justamente en el poblado ewok o sus cercanías.
Los comandos rebeldes junto con los ewoks ven la explosión de la estación espacial desde los bosques de la luna y celebran su destrucción. Posteriormente hay una exhibición de los cazas rebeldes, una fiesta y el funeral de Anakin Skywalker y todo ello transcurre con normalidad.
Tras la batalla los rebeldes equiparon cazas Ala-B para extinguir los incendios forestales causados por los escombros que cayeron en la luna.
Endor es un satélite muy rico en fauna. En sus zonas
boscosas se pueden hallar tanto gorax, como blurrg, pájaros
gunla, blopes, wisties (seres luminosos), y muchas otras criaturas. En sus llanuras se
consiguen bordok, ruggers, lobos-jabalí, borras y
gaupas. De igual manera, en ciertos sitios escabrosos hay
dragones-cóndor y muchas clases de aves que pocos han logrado avistar.
Pero desde luego ciertas especies han logrado evolucionar hasta el punto de ser consideradas como inteligentes. Entre ellas podemos encontrar a los ewoks, los yuzzum, los duloks, los gupins, los teek, y eventualmente a los gorax.
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