Alderaan era el segundo
planeta en el sistema Alderaan, y el hogar de muchos héroes famosos,
incluyendo a Leia Organa Solo, Bail Organa y Ulic
Qel-Droma. Reconocido en toda la Galaxia por su belleza sin explotar,
los alderaanianos trabajaban con y por la tierra para preservar al máximo su estado
natural tanto como fuera posible, trasformándolo en una joya del cosmos.
En un intento del Gran Moff Tarkin de
intimidar a la rebelión, el desarmado y pacífico mundo de Alderaan
fue destruido por la primera Estrella de la Muerte en el
año 0 ABY
El mundo pacífico de Alderaan fue uno de los primeros en
ser ocupado por humanos, al iniciar una tímida expansión lejos de
Coruscant. Se cree que la colonización se remonta a más de 27 mil años antes de
la caída del Imperio de Palpatine, 2.000 años antes de la
formación de la Antigua República. Se trata de una época previa a
los viajes hiperespaciales y es muy probable que pasaran años antes
de que los primeros pobladores completaran su viaje.
En 3653 ABY, una
delegación imperial con Lord Baras al frente se reunió
con la República, representada entre otros por Satele Shan y
la Maestra Dar'nala de la Orden Jedi para llevar a
cabo las negociaciones que culminarían en el Tratado de Coruscant. Al
saber del Saqueo de Coruscant y de la muerte del Canciller Supremo
(3.653 ABY), Satele atacó a Baras, pero su compañera la retuvo. Baras
usó Coruscant como rehén durante el resto de las negociaciones, y los
Jedi acabaron cediendo.
En la época del Imperio Galáctico, Alderaan resultó ser
el planeta de prueba para una nueva arma imperial: La Estrella de la
Muerte. La princesa Leia, capturada por los imperiales y
cautiva en la estación de combate, fue presionada para dar el nombre del
planeta donde tenía su base la Alianza Rebelde. A pesar de ceder ante tal
amenaza y revelar el nombre de Dantooine, (que resultó ser falso), el
Gran Moff Tarkinordenó abrir fuego sobre Alderaan, haciendo volar el
planeta por los aires. Millones de voces se apagaron al unísono ese día,
dejando un campo de asteroides que se llamó El Cementerio. Ese fue el
final de Alderaan, y de aquella gente que dedicó su vida a la cultura, el saber
y la filosofía.